Fiat Coup: historia
Fuente: motorgiga.com | Source link | Por Miguel Galán
Lanzado en el año 1993, el Fiat Coupé pretendió recuperar el prestigio de Fiat en el segmento de los cupés durante los años 60 y principios de los 70 pero con una formula nueva: la de la exclusividad estética. Si bien los antiguos Fiat 850 Coupé, Fiat 124 Coupé o 128 Coupé derivaban en mayor o menor medida de vehículos con carrocería berlina, el Fiat Coupé fue diseñado por Chris Bangle (cuando éste trabajaba en Pininfarina) partiendo de una hoja en blanco. Cierto es que el Fiat Coupé usó la plataforma Type2 del grupo Fiat, pero también es cierto que esta plataforma de 2€™54m de batalla fue usada por todos los vehículos compactos del grupo Fiat durante los años 90 además de por los Alfa Romeo 155 y GTV / Spider.
En algunos escritos he podido entender que algunos autores consideran al Fiat Coupé como la versión cerrada del Fiat Barchetta. Sólo comento al respecto que el modelo descapotable equipaba una plataforma derivaba de la que usaba el Fiat Punto 176.
Cuando el Fiat Coupé inició su comercialización se considero como un revulsivo a toda clase de tradicionalismos estéticos en el segmento de los cupés compactos y es que su carrocería destilaba personalidad vista desde cualquier ángulo.
Su frontal era bajo y robusto y parecía estar diseñado a partir de dos niveles imaginarios: el paragolpes y el capó. El paragolpes tenía un diseño limpio y continuo y contaba con 9 aperturas de ventilación que tenían distinto tamaño según se fueran alejando del eje central del vehículo. Por su parte, el capó tenía un diseño más complejo y marcadamente envolvente hacía las aletas. De hecho, las aletas delanteras eran las piezas más pequeñas de toda su carrocería.
Siguiendo con la vista frontal, los faros tenían un gran protagonismo a pesar de su discreto tamaño. Esto era porque los proyectores principales estaban integrados a ambos lados del capó delantero en una parte que era relativamente cuadrada y separada por dos líneas de tensión de la parte central ligeramente abombada. Estas dos líneas de tensión alinean también los pequeños grupos ópticos que había incluidos en la parrilla delantera para las funciones posición, niebla e indicadores de dirección.
En contrapartida con el frontal, la parte trasera era alta, robusta, cuadrada y con una gran importancia de la línea horizontal y la austeridad que daba mayor protagonismo si cabe a los cuatro pequeños pilotos circulares. Los superiores tenían las funciones de luz de freno y posición y los inferiores los intermitentes y luz de retroceso (derecho) o niebla (izquierdo).
La vista lateral, la más complicada del coche, puso de manifiesto el problema de unir estéticamente dos partes del coche con tanta personalidad como el redondeado frontal y la maciza trasera y aunque el resultado a primera vista pueda parecer confuso, el diseño de la parte lateral fue la parte más ingeniosa del coche (dejando de lado opiniones y gustos personales).
Para empezar el abombamiento convexo del capó delantero continua para dibujar una línea de cintura cóncava que después del pilar B (centro del coche) parece estirarse hasta unirse con la base de la luna trasera, el corte tan característico del paso de rueda delantero parece proyectarse hacia la atrás y dar forma a los hombros que delimitan la parte trasera del vehículo y el corte del paso de rueda trasero sólo busca el paralelismo con el delantero. Además, el pilar B está ligeramente inclinado hacia la parte anterior lo que le da un toque de dinamismo a un diseño limpio en el que sólo destacan los cortes de los pasos de ruedas. De hecho las manillas de las puertas están disimuladas en los montantes.
Disponible de forma opcional había un paquete estético deportivo firmado por Abarth que incluía paragolpes más deportivos y alerón trasero para aumentar la carga aerodinámica sobre el eje posterior.
El diseño interior presumía de la misma originalidad estética que su carrocería. El salpicadero era alto y con un marcado desarrollo horizontal remarcado por una moldura pintada en el mismo color que la carrocería y que recorría todo su ancho y en que se incorporaba el cuadro de mandos. Esta misma moldura recorría también la parte superior de las puertas laterales ofreciendo una imagen de continuidad visual.
La consola central tenía un diseño muy cuadrado y aglutinaba (en orden descendente) las salidas centrales de aire, botonería y reloj, mandos de la climatización interior y la radio.
Aunque se ofrecía como un cupé de cuatro auténticas plazas su interior sólo era cómodamente apto para los ocupantes delanteros. En espacio en las plazas traseras estaba muy condicionado por la regulación de los asientos delanteros y por la reducida altura hasta el techo.
En el momento de su debut se ofreció un único bloque de cuatro cilindros y 1.995cc que disponía de 139cv en su versión atmosférica y de 190cv en la versión turboalimentada, que declaraba 225km/h de velocidad punta y una aceleración de 0 a 100 km/h en 7€™5 segundos. En las pruebas realizadas por algunos periodistas, el coche llegó a alcanzar los 238km/h y acelerar de 0 a 100 km/h en sólo 7 segundos. Para controlar todo este potencial, la versión turboalimentada equipaba un diferencial de deslizamiento limitado denominado ViscoDrive, algo poco común en los vehículos de tracción delantera de su categoría y en ese momento de la historia. Tanto la versión atmosférica como la turboalimentada equipaban cambio manual de cinco velocidades.
A nivel de bastidor el coche fue bastante conservador. Como ya he comentado utilizó la conocida y explotada plataforma Type2 de Fiat aunque ligeramente reforzada y con una suspensión delantera AntiDive estrenada en los Lancia Kappa con el paquete PowerDrive que limitaba los movimientos verticales de la suspensión durante las aceleraciones o deceleraciones.
El éxito del coche fue notable y en el primer año de comercialización se alcanzaron los 17.000 pedidos a pesar de no estar disponible en la mayor parte de los mercados europeos.
A lo largo del año 1996 se modificó la oferta mecánica. Apareció un nuevo bloque de 1.747cc y 131 caballos que permitía al Fiat Coupé superar la barrera de los 200 km/h y acelerar de 0 a 100 km/h en poco más de nueve segundos. Posteriormente el bloque de dos litros fue progresivamente sustituido por el nuevo bloque de cinco cilindros y 1.998cc que también había estrenado el Lancia Kappa y que se ofreció tanto en versión atmosférica de 147cv o turboalimentada con 220cv. Este último permitió al Fiat Coupé alcanzar los 250 km/h, acelerar de 0 a 100 km/h en poco más de 6 segundos y convertirse en el Fiat más potente jamás fabricado en serie.
Una curiosidad de este bloque de cinco cilindros era que ambos semiejes delanteros tenían la misma longitud lo que evitaba que en un aceleración fuerte el coche se fuera hacía un lado y mantuviera la trayectoria recta.
Con la llegada de los motores de cinco cilindros llegaron también algunas modificaciones estéticas de menor importancia. Se ofrecieron nuevos colores para la carrocería, se modificó el diseño de las llantas y la parrilla delantera podía ser negra o plateada, según motorización. En el interior se modificó el diseño de la consola central que integró todos sus elementos de una forma más natural (excepto la radio), se sustituyó el reloj digital por otro analógico más elegante y se ofreció un nuevo equipo de aire acondicionado con regulación automática de la temperatura y de la velocidad (la distribución debía ser regulada por los pasajeros). Además, en exclusiva para el modelo 2.0 TB IE 20v, se ofreció la opción de equipar asientos deportivos firmados por Recaro. En materia de seguridad se comenzó a ofrecer el doble airbag frontal.
En 1999 llegó la distribución variable VIS a los motores de cinco cilindros. El modelo atmosférico alcanzó los 154cv y el modelo turboalimentado mantuvo sus 220cv pero comenzó a equipar un nuevo cambio manual de seis velocidades. Cuando este modelo fue probado por la prensa especialista alcanzó los 252 km/h (en quinta velocidad) y aceleró de 0 a 100 km/h en 6€™1 segundos.
A lo largo del año 2000 este vehículo fabricado por Pininfarina cesó su producción después de haberse ensamblado unas 70.000 unidades.
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